Mucho más que alivio del dolor. La fisioterapia deportiva es una solución innovadora y efectiva que evalúa, trata y previene dolencias además de mejorar tu rendimiento.
La fisioterapia deportiva no tiene como único objetivo el alivio del dolor. Se basa en un enfoque global que involucra evaluación, tratamiento y prevención, con el objetivo de mantener o mejorar tu rendimiento. Aborda no solo la lesión, sino también los factores que pudieron desencadenarla.
Si buscas una forma eficaz de recuperarte de lesiones, prevenir recaídas y rendir al máximo en tu disciplina, la fisioterapia deportiva es la mejor opción. Sesiones diseñadas para las necesidades específicas de deportistas y personas activas, combinando técnicas avanzadas y una visión integral de la recuperación.
Las sesiones duran 45 minutos. Dependiendo del tipo de lesión y de las técnicas empleadas, suele recomendarse una frecuencia de 1 o 2 veces por semana, pero puede variar según la gravedad de la lesión o la fase del entrenamiento en la que te encuentres.
Recabamos información sobre tu estilo de vida, tipo de deporte y molestias actuales.
Elaboramos un protocolo de trabajo que puede incluir terapia manual, ejercicios terapéuticos y, si se requiere, otras técnicas como las ondas de choque diamagnéticas o diatermia.
Utilizamos técnicas específicas para aliviar el dolor, reducir la inflamación y fortalecer la zona lesionada pero también trabajamos en los efectos a largo plazo para evitar las recaidas.
Monitorizamos tu evolución y modificamos el programa en función de tus progresos y sensaciones. Trabajamos juntos escuchando tu cuerpo y sus necesidades.
Aunque la fisioterapia deportiva está recomendada para la mayoría de las personas activas, siempre es importante avisar al profesional si has sido intervenido quirúrgicamente hace poco, si tienes alguna enfermedad crónica o tomas medicación específica. De esta manera, podremos adaptar al máximo tu programa para que sea seguro y eficaz.
La fisioterapia deportiva se centra en las particularidades de deportistas y personas con un nivel de actividad alto. Además de abordar la lesión en sí, evalúa factores como la técnica de ejecución, las rutinas de entrenamiento y posibles desequilibrios musculares. Esto permite personalizar los tratamientos para cada tipo de deporte y objetivo, mientras que la fisioterapia tradicional se enfoca más en la rehabilitación genérica de lesiones sin considerar tanto el rendimiento atlético.
La duración de la recuperación depende en gran medida del tipo de lesión, su gravedad y de cómo responda tu cuerpo a las terapias. Algunas personas notan mejoras tras un par de sesiones, mientras que en lesiones más complejas el proceso puede ser más largo. Durante el seguimiento, valoramos cómo evoluciona tu cuerpo y ajustamos la frecuencia o la intensidad de los tratamientos según tus avances.
En muchos casos, la fisioterapia deportiva se combina de forma segura con la actividad física habitual, siempre que los ejercicios o el deporte que practiques no agraven tu lesión. El fisioterapeuta te indicará qué rutinas deberías modificar o adaptar, y te sugerirá alternativas específicas para no perder tu condición física mientras te recuperas.
Sí, no solo alivia el dolor y trata la causa de la lesión, sino que también evalúa patrones de movimiento y detecta potenciales desequilibrios. Trabajamos en ejercicios y rutinas de fortalecimiento que te ayuden a evitar recaídas y a mantener un cuerpo preparado para soportar la exigencia física de tu deporte o actividad. Este enfoque preventivo es clave para quienes buscan rendir al máximo sin sacrificar su salud.
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